Blog de Jorge González

Blog destinado a compartir los escritos de Jorge González



Perdí mi inocencia dentro del corazón que custodio…

Y aunque to’ Dios, me puteo y me jodio,

Sin aval, ni abalorios, forjé y fundé mi monopolio

Labré y sudé mi podio, con amor y sin odios… Oh! Dios….

Pide perdón al reloj que te avisó con tiempo,

Las cicatrices permanecen por siempre en tu cuerpo…

No hay nada más triste, que el color recuerdo, Recuerdo…

Que por más que intente, nunca olvido, no puedo…

No puedo… Pensar en positivo,

Porque cada vez que pienso, me auto infrinjo un castigo…

Lloro a solas, ceno a oscuras, es mi alivio…

Bebo mis lágrimas para saberme vivo…

Mi sabor, es canto, mis penas, espanto…

Es pan to’ lo que en mi interior desmigajo…

Mi amor, es pasto, mi dolor, es llanto…

Y ya han tomao por mí decisiones unos cuantos…

Y ahora yo, más triste que pobre,

Desnudo… Me siento más libre, no más hombre…

Más hombros donde llorar, así la pena no se esconde,

Más pasta en los platos y menos en sobres con nombre…

Ya sabrás que mi debilidad hoy me escuda,

Y me cura rasguños de mi piel desnuda…

Mis manos sollozan, mi frente suda…

Estoy haciendo la loza y sacando la basura…



Hoy se ve que me he levantado con buen pie, bastante lúcido, esperemos que aguante así todo el día…

El motivo por el cual vuelvo a escribir algo, es que he leído una frase que me ha hecho pensar un poco (con todo lo bueno y lo malo que esto supone). La frase en cuestión es: “Ríe y el mundo reirá contigo, llora y lo harás solo”

Quizá porque mi mente es un ente extraño o quizá por mi imaginación infantil en muchas ocasiones, me he imaginado el Mundo (entiéndase como el Globo Terrestre) como si de una cabeza se tratase. Entonces, ateniéndome a la frase, he mezclado esa imaginación infantil con unos pensamientos adultos. Me explico, si la “cabeza” hace un gesto, la tierra, por consecuencia, se mueve. Algo abstracto, lo sé, pero ahora lo entenderéis claramente…

Cuando el mundo llora la consecuencia inmediata es la llegada de agua, cuando el mundo ríe, hace una mueca, mueve músculos, es decir, mueve la tierra… Supongo que ahora queda más claro, paso pues a explicar “mi teoría”.

-Sollozo o Lloriqueo, Sonrisa Tímida: Lluvia floja, chispeo o calabobos, flojos temblores, descongelación de polos. Cuando se da esto, hay tanto benefactores como desfavorecidos, es decir, hay zonas del mundo en las que se necesita de este fenómeno “Como agua de Mayo” (Nunca más apropiado). Pero está la cara B, la cruz, los desfavorecidos, las zonas en las que estos fenómenos no son necesarios, más bien lo contrario, crean problemas realmente importantes.

-Llanto o Lágrima Suelta, Sonrisa Profident: Me refiero en este caso a Tsunamis, Maremotos, Tormentas Escandalosas, Volcanes en erupción… A bote pronto, lo lógico sería pensar que este punto no tiene más que un punto de vista: El de los desfavorecidos, pero lamentablemente esto no es así, y aquí se descubren las miserias del hombre (Entiéndase como hombres y mujeres, obviamente) Están los desfavorecidos, los grandes olvidados (Cuántos se acordarán dentro de unos años del terremoto de Haití, de la riada de Madeira, del terremoto en Chile, del alud en Afganistán… Y podría poner cientos de ejemplos ya olvidados, quien se acuerda de los muertos en la discoteca de Rusia, del desastre humanitario de Sumatra o de las lluvias de 2007 en Asia…) Y están los favorecidos (Me parece indignante tener que hablar de esto en estos casos) Los poderosos, los de buena vida, los mal llamados primer mundo, yo los denominaría como una gran aglomeración de hipócritas, son los mismos que ofrecen sus servicios, pero no a cambio de nada, son los que hacen las cosas cara al público, lo que coloquialmente entendemos por caradura… Los mismos que envían millones de Kilos de comida, son los mismos sacan miles de Kilos monetarios a las desgracias. Los que hacen política mundial de las desgracias, los que crean un problema para ofertar una solución única…

Como podéis observar, todo en la vida, tiene una cara y una cruz, no es oro todo lo que reluce, ni es tan oscuro el color negro.

Depende de cómo quiera ver cada uno su propia “cabeza”, su propio mundo.


Muchas veces me preguntan: ¿Por qué eres así?

Yo contesto siempre del mismo modo, ¿Así como?

Recibo una nueva respuesta: No sé, así, tan raro…

¿Sabes? Nunca he sabido contestar o quizá tendría tantas cosas que decir, que no me he atrevido nunca ha hacerlo… ¿Como contestar esa pregunta? Como soy, que cosas me gustan, que cosas hago, que cosas no hago… Ya va siendo hora de dejar patente muchas de las respuestas que podría dar a esas preguntas…

Me gusta ver como anochece, hablar y hablar en un parque, seguir hablando hasta ver como amanece. Me gusta conducir mi coche, viajar lejos y cerca, conocer sitios que no haya visto jamás y volver a los sitios que dejaron huella en mí. Me gusta colgar las piernas por un puente, tirar piedras al agua, tumbarme con los 40 grados de verano en un césped húmedo y mirar las nubes, jugar con mi imaginación para hacer dibujos con las estrellas. Me gusta el sonido de las olas del mar, de noche, en silencio. Me gusta cuando se me pone la piel de gallina, el frío que me hace tiritar y ponerme algo por encima para dejar de hacerlo. Me gustan las calles vacías cuando llueve, para salir yo y mojarme por fuera, mojarme por dentro cada día, empaparme de ti, de él y también de ella. Me gusta el color lila (o violeta, no me riñas). Me gusta el olor de la gasolina. Me gusta bailar y cantar, perder la vergüenza haciéndolo. Me gusta la comida china, las fresas, el nestea, el acuarius, el agua fresca. Me gusta la ducha, cerrar los ojos, borrar con tipe la mente para volver a pintar cada día con un rotulador permanente. Me gusta aprender, me encantaría aprender a olvidar. Me gustan las metáforas, personificar e hiperbolizar. Me gusta ser romántico y no parecerlo, los abrazos que más aprietan y menos duelen, las palabras que susurran los ojos, los labios que miran y tienen objetivos. Me gusta Luis Fonsi y Eminem, el soul y el dancehall, el piano, los strings. Me gustan las noches largas que se hacen cortas. Me gusta hacerme el loco, protestar por todo, ser cabezón y sentirme distinto. Me gusta llorar, no esconderlo, gritarlo si es necesario. Me gusta no avergonzarme. Me gusta hablar alto. Me gustan todos los deportes, menos los que no conozco. Me gusta la filosofía, la psicología, el ateísmo. Me gusta saber defenderme, hablar con conocimiento, provocar cuando no lo tengo. Me gusta el limón y las palabras dulces. Me gusta ser miedoso, no conocer la maldad y solo de oídas al señor Orgullo del Hombre. Me gustan mis piernas, algunos días también mis labios. Me gusta el sonido de la tormenta, el rastro que deja tras de sí un rayo. Me gusta la ropa, me gusta mi edad y también la tuya. Me gustan los juegos de palabras y los de mesa. Me gusta llevarme bien con mis antiguas parejas, me gusta no hacer aprecio de los que me desprecian. Me gusta provocar, que me provoquen y me pongan nervioso, que me saquen de quicio y así partir en dos la rutina. Me gusta tener 2 mantas en mi cama en invierno, dormir sin ropa en verano. Me gusta analizar todo, pensar, que me duela la cabeza, es la mejor medicina para saber que sigo vivo. Me gustan…

Me gustan tantas cosas que puedes pensar que soy un tío optimista, yo ahora mismo también lo pienso, pero cuando cierre este documento y parpadee por culpa del cambio de luz de mi pantalla, cerraré, a su vez, las puertas del optimismo y volveré a verlo todo negativo. Quizá tenga que buscar dentro de mí una nueva respuesta para conocer el por qué de mi negatividad.

Como habrás podido ver, tengo múltiples respuestas para la pregunta ¿Por qué eres así?, sólo tienes que coger para ti la que más te guste, te la regalo, ya está, ya es tuya.

Yo hace unos años que hice un hueco dentro donde guardar estos documentos únicos para poder abrirlos siempre que los necesite, como consejo personal, haz lo mismo...

Jorge González Jiménez – 18 de Enero de 2009




Blog de Jorge

Estreno blog, con la única intención de poder poner mis pensamientos escritos a disposición de todos y que puedan opinar sobre los mismos, acepto tanto los comentarios positivos, como las críticas.

Gracias a los que regaláis parte de vuestro tiempo, a leer parte del mío...

Jorge González